Eytan Herzberg y Guillaume Rostand dirigen Le Club Startup, un syndicate que privilegia la calidad por encima de la cantidad. Su historial incluye Pickme (la primera plataforma de entrega colaborativa en Francia), Archdivisor (el “Tripadvisor” del mundo del trabajo) y Alpagga (marketplace de material de restauración de segunda mano). Le Club Startup está abierto a candidaturas en Roundtable.
Eytan y Guillaume conversaron con Roundtable sobre la importancia de la benevolencia, la búsqueda de co‑inversores activos y el hecho de no correr detrás de unicornios.
Puntos clave
- Roundtable abre el club a candidaturas selectivas y facilita la conexión con co‑inversores activos, preservando un enfoque de calidad > cantidad.
- Invirtiendo temprano pero con una diligencia propia de Series A/B (equipo fundador, mercado, finanzas, opinión de expertos), el club reduce fricción y eleva la calidad de las decisiones.
- La relación se concibe como un matrimonio: benevolencia, encaje humano y compromiso a largo plazo priman, para concentrar el tiempo en ayuda concreta más que en volumen.
- La tesis prioriza SaaS y marketplaces, modelos capital‑efficient con trayectoria de exit creíble, en lugar de perseguir unicornios con sobreconsumo de cash.
Roundtable: ¿Cómo nació Le Club Startup?
Eytan Herzberg: Empezamos hace algo más de dos años como un grupo de cinco emprendedores. Al principio era un side project. A fuerza de intercambiar con startups e inversores, decidimos profesionalizarnos. Hoy escribimos tickets de 100.000 € a 250.000 € en startups francesas.
Guillaume Rostand: Como en muchos clubes, la idea inicial es tener más palanca cuando co‑invertimos con VCs. Haces un primer deal, se lo cuentas a tus amigos y a tu red; eso les atrae. Cuantos más deals haces, más dealflow generas y más inversores tienes —ese círculo hace que se convierta casi en un trabajo a tiempo completo.
Más allá del apalancamiento, queremos de verdad trabajar con los emprendedores. Eso significa no superar cuatro o cinco deals al año; si no, al cabo de tres años te encuentras con 25 o 30 sociedades y ya no eres capaz de aportar el acompañamiento necesario.
Eytan Herzberg: Vimos un hueco en el mercado. Los inversores suelen entrar en early “por feeling” o porque un amigo invierte. Luego, en las rondas siguientes, se aplica mucho más análisis sobre los fundadores, el mercado, las finanzas. Nosotros invertimos temprano aplicando el mismo nivel de análisis que en Series A o B. De ahí el tiempo que nos tomamos.
El reverso es que no invertimos tan rápido como otros. Pedimos a los fundadores y al equipo pasar varias rondas con nosotros y nuestras comunidades. También podemos solicitar expertos para una segunda opinión. Decimos a los emprendedores: somos como un gran business angel, pero muy exigente. Lo aceptan o no. No aceptamos, por ejemplo, los expedientes que llegan diciendo: “Cerramos en dos semanas, necesitamos el dinero”.
Roundtable: ¿Es más difícil convencer a los fundadores para trabajar con vosotros (angels “exigentes”) o convencer a los inversores para unirse, dado el bajo número de deals?
Eytan Herzberg: No es difícil cuando demuestras el esfuerzo puesto en la selección. Si presentáramos tres deals por semana, no confiarían en nosotros. Nuestros inversores nos siguen porque forman parte del proceso de selección. Implicamos a la mayoría, y nos ayudan a evaluar si la startup es un buen deal.
Guillaume Rostand: De ahí el interés de tener menos inversores. Tienes tiempo de construir una relación real, en vez de crecer por crecer. Claro que hay que encontrar un equilibrio: no todos los miembros participarán en todos los deals.
Eytan Herzberg: Para los fundadores, el dinero no es lo más importante —hoy se encuentra dinero. Pero es como un matrimonio: vamos a estar vinculados cinco, seis, siete años. No es una carrera de velocidad. Se trata de qué aportamos (red, competencias, personas que ayudan) y si hay encaje. A veces pensamos: “Buena empresa, pero no quiero estar en relación con esta persona durante cinco años”.
Roundtable: ¿Vuestra tesis de inversión es amplia?
Guillaume Rostand: Vamos más bien hacia SaaS y marketplaces online —ni deeptech ni biotech. Mi experiencia es B2C/online marketing. Nos dejamos una puerta abierta a visiones extraordinarias: si vemos a alguien con una visión fuera de lo común, podemos seguirle aunque aún no dominemos el sector.
Encontrar buenas compañías es siempre lo mismo: hay que enamorarse del equipo y que aborde el mercado adecuado. Hacemos sistemáticamente una videollamada. En cuanto ves al founder y escuchas las primeras palabras, sabes si hay encaje. Nuestra última inversión, Alpagga, es una marketplace de material de restauración de segunda mano. Muy rápido, al término de la primera llamada, supimos que sería estupendo.
Eytan Herzberg: La ejecución cuenta mucho más que la idea. Al final, quienes ejecutan son los fundadores. El inversor debe preguntarse: “¿Puede este equipo hacerlo?”.
Luego, no buscamos solo unicornios. Decir que invertimos en el próximo Facebook/Airbnb suena bien, pero por un acierto pierdes cien veces. Nuestra comunidad no está de acuerdo con eso. Apuntamos a empresas más pegadas a tierra, que no quemen demasiado cash. Si ya son rentables, genial; si van hacia la rentabilidad, también.
Y hay que pensar en la salida. Si no hay estrategia de exit, no invertimos: estas empresas no pagan dividendos. Debemos creer en la ejecución y ver un exit, aunque sea modesto.
Roundtable: Abrís candidaturas en Roundtable. ¿Hasta dónde crecer? ¿Qué pueden esperar los nuevos miembros?
Eytan Herzberg: Queremos gente activa, que invierta y participe en la vida de las startups. Si una startup tiene un bloqueo, queremos que la comunidad ayude. Así que no buscamos el mayor tamaño, sino a las personas más pertinentes del sector, capaces de aportar valor.
Roundtable: ¿Y vuestros miembros actuales? ¿Qué perfil de co‑inversores buscáis?
Eytan Herzberg: Tenemos varios perfiles. Algunos son profesionales que han invertido en 30, 40, 50 startups o más. Co‑invierten un poco con nosotros porque les traemos la startup adecuada en el momento adecuado, pero no nos necesitan.
Otros quieren descubrir este universo. Mucha gente quiere invertir porque es atractivo, pero no sabe cómo funciona, cuándo recuperará su dinero, ni los riesgos. Queremos explicar todo eso. Si quieres unirte al club para ver pitchar a las startups y aprender, ningún problema.
Queremos sobre todo gente benevolente. Hemos sido emprendedores y sabemos que es difícil pitchar. El objetivo no es demostrar que sabemos más que los fundadores, sino ayudarles. Aunque no invirtamos en la mayoría de las startups que vemos, podemos hacer una introducción. Así que, si quieres lanzarte, eres bienvenido —siempre que tengas esa mentalidad.
Guillaume Rostand: La razón última para unirse a un club como el nuestro es encontrarte con buenas personas. Es compartir puntos de vista y escribir historias con las startups. Todos los que hemos llevado a las compañías están contentos, porque nuestro proceso es humano y personal. Quiero hacer amigos, pasarlo bien. El dinero es solo una parte de la ecuación.
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